lunes, 23 de diciembre de 2019

Juntas y reclamos

Cuentan que un anciano cruzaba a diario la frontera, empujando una carreta llena de paja, lo que causaba inquietud a los aduaneros, quienes revisaban paja y carreta para descubrir qué es lo que se contrabandeaba. Pese a su pesquisa, jamás descubrieron el contrabando del andante, que no era otra cosa que las carretas. El cuento grafica, lo que no se ve en las protestas que realizan jueces y fiscales, en que la opinión pública cuestiona se pida aumento de sueldos, cuando sólo se busca se cumpla la ley y además, algo que los jóvenes conocen menos: RESPETO, interno y externo.
La ley 30125, aun disminuyendo los porcentajes establecidos originalmente en la Ley Orgánica del Poder Judicial, fijó nuevas retribuciones para jueces. ¿Se cumple? No. Hay que cumplir, ni más ni menos se exige.
La calle critica la capacidad y honestidad de algunos jueces como razón para incumplir la ley, pero los puntos van sobre las íes. La capacidad y honestidad de jueces tiene su correlato en términos generales en los abogados; no es que haya jueces legos y abogados doctos o que cuando uno nació para honesto trabaja en lo privado y si es torcido sólo busca empleo público. Hay excepciones, pero el nivel de la judicatura revela en gran medida la calidad de abogados en un determinado lugar: mejores abogados, mejores jueces. Si hay pillos que logran ser jueces o fiscales, justamente Jueces y Fiscales los están mandando adentro; no es que se volvieron malandros con el trabajo, sino que se conoce a una persona como es, cuando le das un cargo.
Un mal abogado, será mal juez, que primero se es abogado y luego magistrado. En defensa de los colegas abogados diré que en su mayoría reflejan el nivel moral de sus clientes y éstos el de la sociedad. El mérito de la justicia actual, es enviar a chirona a intocables empresarios, políticos, cuellos blancos y más, como nunca antes. Mírese por el retrovisor de su carro cuando bota impunemente basura por la ventana del auto o estaciona según el antojo y si un policía se le acerca por alguna infracción suya, lo primero que piensa es cuánto querrá el coimero, sin inmutarse de su inclinación para corromper por un beneficio ilegal. Sor Juana Inés de la Cruz dijo, en un contexto en que malos quieren pasar por buenos “¿O cual es de más culpar, aunque cualquier mal haga: la que peca por la paga o el que paga por pecar?”. Nada justifica la corrupción, pero nos dividimos entre quienes la combatimos y quienes viven de ella gritando “al ladrón”. Los espejos no sólo son para arreglar apariencias, sino para ver el interior propio.
¿Sabe que un juez de paz letrado en 15 años de trabajo, tiene una CTS similar al congresista que elegirá en enero por año y medio de trabajo? Un ministro tiene la gratificación de 15 jueces especializados. La verticalidad de la organización judicial afecta más a los de abajo.

Entonces amigo lector, problema es tener leyes incumplidas y una población que busca la paja y se le pasa el trigo. Solo se demanda se cumpla la ley. Tal vez no le importe, pero si mañana afectan sus derechos, tendrá a jueces y fiscales que buscarán hacerlos vigentes, siempre que no pretenda peras del olmo.

(*) Publicado el diario La República, en la fecha