lunes, 8 de octubre de 2012

La mayoría de veces honesto

Si aceptamos que cada día es una oportunidad para ser mejores, debemos aprovechar cada instante para tratar de aprender.  Es bueno saber qué piensan las personas de nuestra labor, pues así se corrigen errores; lo malo es que las oportunidades que tenemos para mejorar no se aprovechan.  Si cada uno cuenta la fiesta conforme le fue (un fiestón para unos, una desgracia para otros), no se puede avanzar sobre la base de la información que depende del estado de ánimo.

Pronto se llevará a cabo una encuesta “objetiva” entre todos los abogados para que califiquen a los más de 300 magistrados que integran este distrito judicial, sobre los rubros de idoneidad y conducta.  A los abogados litigantes, de manera anónima se les pedirá que evalúen, según su parecer, la motivación de resoluciones judiciales, la celeridad procesal, trato y honestidad de cada magistrado.  Los magistrados que estamos sometidos al control ciudadano, conforme lo señala la Constitución, sabemos que toda evaluación que permita corregir nuestro trabajo es buena; lo que no sucede en este caso lamentablemente, por estar centrada en la persona del magistrado y no su labor.  Los abogados opinarán conforme les fue en los juzgados.

El cuestionario preparado por el Colegio de Abogados es subjetivo, y no ayudará en algo a mejorar nuestro servicio a la ciudadanía (¿vio alguna vez que luego de una encuesta cambiaron las cosas?).  Las interrogantes son imprecisas, el abogado al momento de revisar la alternativas del cuestionario, tendrá que decidir si el magistrado cuya honestidad evalúa es muy buena, buena, regular o deficiente. “Este juez es bueno en honestidad” ¿significa ello que no es tan honesto como el muy bueno? Se es honesto o no, no se puede ser más o menos honesto.

Hay rubros en que los abogados por más bien intencionados que sean, no pueden ser objetivos.  Se pide, por ejemplo poner un calificativo sobre la celeridad (como si no fuera vox populi que hay retraso judicial) ¿Saben los abogados cuál es la carga que atiende cada Juez y cuál es la que deberían atender? ¿Cuántas sentencias en promedio deben expedirse al año? ¿Qué complicaciones tienen las causas, en una sentencia una persona puede perder una casa o su libertad?. No sería mejor que los abogados nos digan cuáles son las causas que ocasionan el retraso judicial para corregir.  Sobre motivación de resoluciones judiciales ¿cuándo está debidamente motivada una resolución? ¿Cuándo la confirma el Superior? ¿Cuándo es justa para la parte contraria? ¿Cuándo tiene varias páginas? ¿Cuándo lo deja boquiabierto? ¿Cuándo dice lo que usted quiere que diga?  No sería mejor que preguntemos sobre ¿cuáles son los errores recurrentes en la motivación de las resoluciones por parte de los magistrados?  Así ganamos todos, pues los magistrados sabremos en qué estamos errando y los abogados coadyuvan a mejorar el sistema.  Respecto al trato, preguntemos cuáles son los defectos que han percibido en ello.  Se puede sacar información útil de una encuesta, no solamente medir simpatías o antipatías.

Necesitamos que la comunidad y el Poder Judicial se junten y corrijan errores sin perder su independencia.  Lo objetivo que pretende ser la encuesta fácilmente será confundido con los magistrados como objetivo.  Le irá mejor al magistrado que tenga más amigos, … pero… ¿ello es bueno para nuestro sistema?

Pese a todo, amigo abogado, reflexione cuando evalúe; vaya con calma, en lugar de llevar a sus hijos que se aburrirán, lleve algún refrigerio pues puede evaluar hasta 300 magistrados (sin importar que no los conozca).  No olvide que usted es parte del sistema de justicia y que éste mejora en esencia cuando se tiene abogados que argumentan en sus escritos, buscan celeridad, tienen trato amable y son honestos; pues al fin y al cabo son la cantera de los magistrados y si Juan como abogado no da pie en bola, no espere que al ser Juez sea un Messi.  A más abogados capaces, existirán más jueces capaces.