lunes, 26 de mayo de 2014

El pressing a los judiciales

Cuando a un reconocido futbolista, muchos años retirado de la práctica profesional del fútbol, le preguntaron ¿si jugara ahora, que añoraría de sus épocas de jugador? Respondió sin dudarlo. “La libertad. Cuando jugaba fútbol, uno era más libre para crear, ahora no se puede, por el pressing que hacen los adversarios, así como las faltas que lesionan”.  Si, como para muchos, el futbol es como la vida, en nuestros días quienes somos servidores judiciales, sentimos el pressing y las jugadas arteras de algunas partes en los procesos.

Quienes trabajamos en la Corte Superior de Justicia de Arequipa, sentimos dos tipos de “pressing”, el interno a cargo del Órgano de Control, que controla nuestra producción, conductas y patrimonio, nos pone elevadas metas para cumplir, entre otras, y si bien ello es pesado; quienes laboramos sabemos que es parte del servicio que brindamos. El otro “pressing” es el externo y está a cargo de las partes que, en la mayoría de veces, reclaman con sobrada razón por errores que podemos cometer o por demoras en que se incurren.

Reconocemos que hay demora en muchas áreas, porque existe sobrecarga y complejidad en algunos casos. Debemos trabajar mejor e internamente los esfuerzos van dirigido a ello.  En el tema de la complejidad, nos capacitamos constantemente, pero decidir en instantes el futuro de las personas (sea sobre su libertad, sus derechos o bienes), no es un pestañear, hay que pensarlo con calma y decidir. Los jueces y servidores, reflexionan siempre sobre lo que se decide y aun así en ocasiones se yerra, porque la verdad no suele ser absoluta. El dilema del vaso medio vacío o medio lleno. Las pruebas del proceso deben ayudar a descubrir lo que sucedió y luego aplicar el derecho que corresponda. Los abogados tienen la responsabilidad de probar las afirmaciones de sus clientes.

Pero existe un pressing malo, que va de mano con las jugadas arteras: reclamos destemplados y escritos presentados sin estudiar debidamente, son carga quitan tiempo y afectan.  Las jugadas arteras son las que utilizan algunas partes para dilatar el proceso, falsear la verdad y fomentar la deshonestidad.  Contra eso hay que luchar sin desmayo.  El Art. 282 del Código Procesal Civil establece que se puede concluir sobre la conducta procesal de las partes.

Pero hay un pressing que ayuda: litigantes y abogados atentos al proceso que lo sigan, que lo marquen y que señalen oportunamente errores que deben corregirse.  Necesitamos litigantes honestos y profesionales capaces, que uno los identifica por que suelen ser amables, concretos y sin dejar de ser exigentes.


Entonces querido lector, sé que le preocupa que su proceso y necesita una decisión pronta, haga un pressing bueno, y si bien un “por favor” o un “gracias” no son, ni serán necesarios para que los judiciales cumplamos nuestro deber; estirar las caras, tampoco ayuda; menos levantar la voz. Todos tenemos prisas y carga por atender, más aún luego de la huelga, sea parte de quienes facilitan la solución y no quienes viven en el problema.