Cuando a un reconocido futbolista, muchos años
retirado de la práctica profesional del fútbol, le preguntaron ¿si jugara
ahora, que añoraría de sus épocas de jugador? Respondió sin dudarlo. “La libertad. Cuando jugaba fútbol, uno era
más libre para crear, ahora no se puede, por el pressing que hacen los
adversarios, así como las faltas que lesionan”. Si, como para muchos, el futbol es como la
vida, en nuestros días quienes somos servidores judiciales, sentimos el pressing
y las jugadas arteras de algunas partes en los procesos.
Quienes trabajamos en la Corte Superior de Justicia de
Arequipa, sentimos dos tipos de “pressing”,
el interno a cargo del Órgano de Control, que controla nuestra producción,
conductas y patrimonio, nos pone elevadas metas para cumplir, entre otras, y si
bien ello es pesado; quienes laboramos sabemos que es parte del servicio que
brindamos. El otro “pressing” es el
externo y está a cargo de las partes que, en la mayoría de veces, reclaman con
sobrada razón por errores que podemos cometer o por demoras en que se incurren.
Reconocemos que hay demora en muchas áreas, porque
existe sobrecarga y complejidad en algunos casos. Debemos trabajar mejor e
internamente los esfuerzos van dirigido a ello.
En el tema de la complejidad, nos capacitamos constantemente, pero decidir
en instantes el futuro de las personas (sea sobre su libertad, sus derechos o
bienes), no es un pestañear, hay que pensarlo con calma y decidir. Los jueces y
servidores, reflexionan siempre sobre lo que se decide y aun así en ocasiones
se yerra, porque la verdad no suele ser absoluta. El dilema del vaso medio
vacío o medio lleno. Las pruebas del proceso deben ayudar a descubrir lo que
sucedió y luego aplicar el derecho que corresponda. Los abogados tienen la
responsabilidad de probar las afirmaciones de sus clientes.
Pero existe un pressing
malo, que va de mano con las jugadas arteras: reclamos destemplados y escritos
presentados sin estudiar debidamente, son carga quitan tiempo y afectan. Las jugadas arteras son las que utilizan
algunas partes para dilatar el proceso, falsear la verdad y fomentar la
deshonestidad. Contra eso hay que luchar
sin desmayo. El Art. 282 del Código
Procesal Civil establece que se puede concluir sobre la conducta procesal de
las partes.
Pero hay un pressing
que ayuda: litigantes y abogados atentos al proceso que lo sigan, que lo
marquen y que señalen oportunamente errores que deben corregirse. Necesitamos litigantes honestos y
profesionales capaces, que uno los identifica por que suelen ser amables,
concretos y sin dejar de ser exigentes.
Entonces querido lector, sé que le preocupa que su
proceso y necesita una decisión pronta, haga un pressing bueno, y si bien un “por
favor” o un “gracias” no son, ni
serán necesarios para que los judiciales cumplamos nuestro deber; estirar las
caras, tampoco ayuda; menos levantar la voz. Todos tenemos prisas y carga por
atender, más aún luego de la huelga, sea parte de quienes facilitan la solución
y no quienes viven en el problema.
Es meritorio, el tema del trabajo, en vista a la coyuntural laboral que se ha acontecido, por la paralización en el PJ, muchos de los litigantes han tenido vacaciones imprevistas, mas a la reincorporación del quehacer judicial, han habido descontentos, por el sistema, por la sobrecarga y por la suspensión de sus procesos, pero se debe hacer un llamado a la reflexión que se esta haciendo un esfuerzo para agilizar el tramite y sacar a flote los procesos, todo en post y busca del fin supremo: Justicia.
ResponderEliminar