En los años en que los sábados en las noches las
familias se juntaban para ver Risas y Salsa, existía un sketch titulado “el
guachimán Pacheco”, que interpretado por un joven Adolfo Chuiman, no aguantaba
a nadie ni un queco; éste personaje era la versión moderna del valiente capitán
Paiva de la Tradición “Al pie de la Letra” de don Ricardo Palma. El divertido Guachimán al recibir una orden,
la cumplía aun de manera irracional; para él, las normas se cumplían tal cual estén
pintadas. Lo gracioso del sketch era la
ironía que supone actuar al pie de la letra aún en contra del sentido común.
Actualmente, en la temprana formación jurídica de
futuros abogados, se dan los primeros acercamientos a las normas jurídicas y a
la necesidad de interpretarlas. En aulas se utiliza un ejemplo clásico: La
existencia de un parque inmenso que conmemora una batalla determinada, en el
que al ingreso hay un letrero que dice “prohibido el ingreso de vehículos” y,
sabemos que a quien vaya en una 4x4 o en un Tico no le permitirán entrar al
parque, ésa es la zona clara de la norma; pero sucede que va una familia
llevando a la abuela en silla de ruedas o tal vez al pequeño que aún necesita
de su cochecito para pasear. La pregunta
es ¿les negamos el ingreso?, pues tanto una silla de ruedas o un coche de bebé
son vehículos. Algunos creen que sí
pueden ingresar porque no tienen motor así que adentro y, sin querer queriendo,
interpretaron que un vehículo para ser tal, necesita de un motor (ergo no
pasaría una silla de ruedas moderna que ya viene con su motor). Lo curioso es
que en esta interpretación, uno ya se sale del texto de la norma.
Otros señalan que la norma, en un parque, busca que
las personas disfruten un descanso seguro, por lo que la prohibición está dirigida
justamente a los vehículos que causan peligro a los demás: una silla de ruedas
y un coche de bebé no suponen peligro para terceros, así que adentro y a
divertirse. En aulas es raro encontrar a
quien diga, nones a la anciana y al pequeñín y, si quieren ingresar al parque, que
camine la doña y que gatee el infante; raro, porque los guachimanes Pacheco en
el derecho moderno están en vías de extinción.
El ejemplo permite entender la necesidad de
interpretar las normas y no ser meros aplicadores de textos sin entender su
contenido. En el derecho existen diferentes métodos de interpretación y todos
ellos con una sola misión: “encontrar el correcto significado a una norma
jurídica”. Un estado constitucional de
derecho, exige a los jueces que al aplicar las normas, las interpreten y que
motiven sus decisiones para su aceptabilidad.
Entonces querido lector, los jueces ni somos capitanes
Paiva, menos guachimanes Pacheco, que sin reflexión alguna se pegan al pie de
la letra. Cada norma tiene una razón de
ser y es la que se debe descubrir y aplicar; de lo contrario, en el parque en
mención, si una persona sufriera un grave accidente y se requiriera del ingreso
urgente de una ambulancia, el famoso Guachimán no deja pasar el vehículo y peor
aún, si el chofer fuera el capitán Paiva, desde el volante de tal vehículo se encogería
de hombros, maldeciría la norma y no haría algo por intentar salvar la vida
ajena; por fortuna esos tiempos ya pasaron.
La aplicación fría y matemática del derecho debe ser descartada; pues sabemos que todo el sistema tiene un matiz axiomático y estos principios son los que van a regir, cuando la norma sea ambigua u obscura, mas se debe tener en cuenta que debe primar
ResponderEliminarsiempre la justicia, y la buena fe por la cual se exige un derecho.
Importante aporte Doctor, considero que es importante reconocer que la aplicación del derecho debe sustentarse en la razón, ya que no podría hablarse de alguna regla jurídica sin la noción de razón; por ende resulta necesaria la aplicación de la interpretación para así garantizar la finalidad del derecho que es velar por el bienestar de todos aquellos que forman parte de una sociedad, y de igual forma, remediar o resarcir las posibles disputas que surjan en el ente colectivo.
ResponderEliminarHola Doctor pero el Guachiman Pacheco era un sketch basado en el Búfalo Pacheco, Arturo Pacheco Girón un aprista que usaba cadenas, armas, cuchillos etc para cumplir el objetivo del Apra. Luego muere dinamitado dentro de su camioneta junto con su hijo en 1990 por Sendero Luminoso.
ResponderEliminar